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A veces pienso que la vida nos echa un pulso continuo, por lo que considero importante estar atentos a nuestra salud emocional… En mi caso sé que como me deje arrastrar por los pensamientos me puedo meter en la boca del lobo y encontrarme en una situación comprometida, pudiendo caer en el papel de víctima fácilmente… y no estoy hablando de situaciones especialmente duras, aquí dejo de lado desgracias o temas especialmente dolorosos, me refiero a frustraciones o a tesituras desagradables o que no sé manejar fácilmente.

Metida en plena vorágine necesito tener muy claro que la vida es lo que quiera hacer con ella… y por eso también quiero tener presente mi actitud y decisión de tomar las riendas de mis pensamientos. Cuando me encuentro en momentos contradictorios, sé que mis pensamientos me pueden llevar muy alto si pienso bonito, si disfruto y lo hago con cada sentido y poro de mi piel, pero como sean negativos y me recree en ellos me pueden hundir hasta “las más oscuras profundidades”…

A veces me enfurruño porque qué fácil sería si no le diera tantas vueltas a las cosas, si fuera todo blanco o negro, si no hubiera tantos matices, si siendo consciente de que estoy pasando por una mala racha o por unos días algo turbulentos ya estaría solucionado…pero qué va!

Ahí es cuando sé que es el momento de parar y ver hasta dónde me llevan esos pensamientos, siendo muy consciente de que lo hago para recibir alguna información que quizá no haya querido ver hasta tener el coraje necesario. Suele suceder que cuando la recibo -admito que generalmente no me gusta lo que descubro- si le doy la bienvenida aunque no me guste lo que encuentre, me conozco mejor y reconozco de dónde viene el mensaje… Curiosamente cuando acojo esa parte mía que rechazo…todo cambia….esa sombra que me rodeaba deja de ser algo pesado volviéndose liviana, en lugar de oprimirme me acompaña, en lugar de sentirlo como una carga la siento como una luz que me guía y me dice hacia dónde ir o a dónde no quiero volver. Y me dice bajito al oído: “El secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no en luchar contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo”

Es entonces cuando vuelvo a estar centrada en el presente, vuelvo a apreciar y valorar mi vida, además de sentirme agradecida, encontrando la solución a lo que antes era un problema. Y todo vuelve a ser…”fácil”. 🌟

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