Es la fuerza que nos impulsa para actuar, tratarnos y tratar a los demás como querríamos que nos tratasen a nosotros.
Cuando actúas bajo el amor, el miedo desaparece porque estamos en plena facultad de nuestros recursos internos. Nos embarga la alegría y la paz. Somos capaces de dar lo mejor de nosotros mismos.
“El amor es el significado último de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento; es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación”. Rabindranath Tagore.
Hoy quiero destacar una emoción que te da alas y te abre las puertas a la constelación del Amor.
La Gratitud que nos libera de la preocupación y disipa la nostalgia, ofreciéndonos ser conscientes de lo que muchas veces no vemos y nos da alegrías.
Cuando eres agradecido se presenta la belleza de la vida
Tiene todo el sentido que esta emoción esté ubicada en la constelación del amor. El interés lleva aparejado el amor, la motivación intrínseca, la atención y el mimo por lo que se enfoca.
Cuando tenemos verdadero interés por algo o alguien, nos entregamos, el tiempo parece que se para para dedicarnos a aquello que nos importa.
En esta sociedad en la que todo resulta inmediato y hay muchas distracciones a veces se hace difícil mantener el interés. Si te permites parar a reflexionar en el porqué y para qué de aquello que te mueve, vuelve a llamar con intensidad.
Además, si al interés le añadimos seguridad en uno mismo en lograr algo y acción, no caben excusas, sólo realización.
La compasión es el deseo de ver a la otra persona libre de sufrimiento, una forma de entrega hacia alguien que no lo está pasando bien, desde tu fortaleza y tu presencia.
Siendo una emoción instintiva, se puede cultivar.
Pertenece a la constelación del amor. Como dice Daniel Goleman “la verdadera compasión no significa solo sentir el dolor de otra persona, sino estar motivado a eliminarlo“
Cuando nuestro interés de aliviar el sufrimiento de una persona es verdadero, nos liberamos de los juicios negativos y de la preocupación obsesiva por nosotros mismos, alcanzando una fuente natural de paz. Sólo hay que ver a personas que la encarnan como Teresa de Calcuta, Nelson Mandela o el Dalai Lama que inspiran y contagian ese amor y entrega a los demás. Son pura compasión.
Santa Teresa: “Preferiría cometer errores con gentileza y compasión antes que obrar milagros con descortesía y dureza“
Dalai Lama: “No es suficiente con ser compasivo, debemos actuar”
Qué brújula tan bonita es el anhelo. Indica aquello que es importante para uno, te ayuda a marcar cierta estrategia y pasos para alcanzarlo y te invita a celebrarlo cuando lo logras.
Te hace sentirte bien, con ganas, ilusión, determinación y coraje. De ahí que pertenezca a la constelación del amor.
Quizá hay que tener en cuenta que si estás muy centrado en aquello que anhelas puedes olvidarte en parte de lo que estás viviendo en el presente y con quién lo vives.
Está muy bien tener ese propósito que te ilumina pero más importante si cabe es disfrutar de cada uno de los pasos que te llevan a él, esperados e inesperados. ¡Feliz viaje!❤️🌟
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Sé que sabes mucho de esta emoción. Sin embargo, son muchas veces que aunque nos describimos como seres empáticos, realmente no nos comportamos como tal. ¿Porqué?
👉 Quizá porque juzgamos con mucha facilidad, con lo cual, estamos creyendo ser empáticos y lo que estamos haciendo es meter nuestro mapa
👉 Quizá porque en lugar de escuchar, pasamos casi directamente a aconsejar qué hacer…¿ves? Ya está tu mapa. ¿No será mejor preguntar tras escuchar y comprender?
👉 Quizá porque anteponemos nuestros intereses egoístamente a los de la persona con la que nos estamos relacionando. No nos confundamos con la asertividad. ¡¡¡Se puede ser asertivo y empático a la vez!!!
👉 Quizá porque estás siendo complaciente. La empatía es ponerse en el lugar del otro sin necesidad de hacer lo que la otra persona quiere sin tu querer. Si te acomodas al otro, que sea solo porque realmente quieres hacerlo.
Para los padres, seamos ejemplo con nuestros hijos, ya que los primeros circuitos neuronales de la empatía, según Daniel Goleman, empiezan a funcionar en la primera infancia. Y ya sabemos que los niños aprenden según lo que ven, no lo que les decimos.
Si necesitas, como adulto, desarrollar esta habilidad, también puedes aprender. Escucha de verdad, con presencia y atención verdadera. Desde el amor (por eso pertenece a esta constelación). Piensa y siente como el otro, pero no te ahogues en sus necesidades. Desde fuera, sin asociarte al dolor o preocupación, será más fácil prestar tu apoyo!!
